Uno de los problemas de la piel más frecuentes son las manchas en la cara. Es un trastorno fundamentalmente estético pero que puede afectar a la autoestima y la vida social de algunas personas en los casos más acusados. Suponen una de las mayores preocupaciones relacionadas con nuestro aspecto.
Las manchas en la cara suelen aparecer en las áreas más expuestas al sol: frente, bigote, mentón, y también en el cuello y escote, dos zonas habitualmente olvidadas que casi nunca reciben cuidados. Y es precisamente el sol quien está detrás de buena parte de estas manchas. Es fundamental extremar la precaución, sobre todo en verano pero a ser posible durante todo el año. Nuestro consejo es muy sencillo: debemos aplicarnos a diario protector solar todo el año. Es cierto que el sol calienta más en verano pero también daña nuestra piel en el resto de estaciones.
Pero el origen de las manchas en la cara puede ser otro. Si descubrimos manchas en nuestro rostro, lo primero que debemos hacer es acudir al médico. Nadie mejor que un especialista médico para que nos informe y prescriba el tratamiento adecuado.
Las causas de su aparición son muy variadas pero pueden resumirse en las siguientes:
EFÉLIDES
Las efélides o pecas son unas manchas de pequeño tamaño y de color marrón que se localizan en las zonas que reciben más radiación solar, como cara, cuello, escote, hombros y espalda.
Las pecas pueden eliminarse mediante láser de Rubí Q-Switched o láser de Neodimio-Yag en la longitud de onda de 532 nm.
LÉNTIGOS
Los léntigos son manchas de color marrón, más grandes y oscuras que las efélides y su tamaño puede variar desde unos pocos milímetros hasta los 2 cm.
La eliminación de léntigos puede realizarse mediante láseres Q-switched (no térmicos) con la longitud de onda de 694,755 y 532 nm.
LÉNTIGOS SOLARES
Los léntigos solares son más oscuros que los léntigos convencionales y aparecen en zonas de dermis fina, como cara, escote y manos.
Los láseres Q-Switched son la herramienta de elección para su eliminación.
NEVUS O LUNARES
Los nevus o lunares son lesiones pigmentadas dérmicas que se caracterizan por una coloración más oscura, cercana al negro. Pueden ser de diversos tipos: nevus de Ota, nevus de Becker, nevus azul y otros tipos.
Son neoformaciones de melanocitos con bajo nivel de malignización, salvo el nevus congénito gigante. Por lo general, los nevus no se tratan, salvo sospecha de alteración histológica. En el caso de que el nevus presente un riesgo para la salud, será el dermatólogo quien, tras el diagnóstico, indique el tratamiento más adecuado.
Suele practicarse una resección con bisturí convencional. Si el tratamiento se realiza con láser, la resección del borde del nevus debe ser limpia.
POIQUILODERMIA DE CIVATTE
La poiquilodermia de Civatte es una lesión con componente vascular y pigmentario. Presenta un deterioro de la textura de la piel y un color entre rojizo y pardo.
La herramienta para su tratamiento es el láser de colorante pulsado PDL, en conjunción con los láseres de manchas Qs o en picosegundos en sus diferentes longitudes de onda.
QUERATOSIS SEBORREICA
La queratosis seborreica es una lesión con relieve, verrugosa, que se asientan en la dermis profunda.
Su tratamiento requiere el uso del láser ablativo, como el láser de CO2 UltraPulsado y láser de Erbio:YAG.
MANCHAS CAFÉ CON LECHE
Las manchas café con leche son manchas de color marrón claro uniforme. Pueden tratarse mediante láser Alejandrita Q-Switched.
MELASMA
El melasma, es una melanodermia adquirida, también denominada, cloasma o paño y es una pigmentación crónica de color marrón que aparece sobre todo en la frente, mejillas y zona peribucal, en mujeres en edad fértil, por lo que su origen suele ser hormonal. Es más frecuente en pacientes que se tratan con anovulatorios, con tratamientos de fertilidad o durante el embarazo.
Existe un porcentaje menor de casos en los que no se observa ningún antecedente de riesgo. En estos casos, el melasma se denomina idiopático.
Además de las hormonas femeninas, que favorecen que determinadas zonas de la región facial sean más sensibles a la radiación solar, otros factores que contribuyen a la aparición del melasma pueden ser determinados cosméticos que contienen perfumes, la utilización de luz ultravioleta para el bronceado y el factor hereditario.
Cada vez hay más mujeres y hombres preocupados por su aspecto. Las manchas son un problema estético que en muchos casos pueden prevenirse. De hecho, la prevención es el mejor tratamiento.
El mejor consejo es aplicar a diario fotoprotectores con un factor del 30 como mínimo. Los fotoprotectores previenen los efectos nocivos del sol: quemaduras solares y el fotoenvejecimiento. Además reducen el riesgo de cáncer de piel.
Especialmente en verano, llevar gorro y gafas de sol, así como evitar las horas de mayor exposición solar (entre las 12 y 16 horas) son medidas eficaces para evitar la aparición de manchas.
También recomendable es evitar el tabaco. Y si seguimos una dieta equilibrada con abundantes verduras y frutas ayudaremos a prevenir la aparición de manchas en la cara.
Aun siguiendo estos consejos y adoptando las medidas preventivas que acabamos de recomendar, no siempre es posible evitar la aparición de manchas en la cara.
Una vez que la mancha ha aparecido en la piel, será fundamental: